Tapachula, Chis. (Balance México 15 Septiembre 2025).-Una vez más, el río Texcuyuapan volvió a mostrar su fuerza y a recordarnos lo frágil que es Tapachula frente a la combinación de naturaleza y negligencia. Una lluvia intensa de seis horas bastó para que este afluente causara estragos considerables, sobre todo en las viviendas asentadas de manera irregular, pero también en aquellas que son víctimas de la inconsciencia humana: la basura que día con día se le sigue arrojando sin control.

Quienes vivimos en Tapachula sabemos que este no es un tema nuevo. Cada temporada de lluvias el guion es el mismo: el río crece, los desechos bloquean los puentes y el agua se desborda. Los damnificados cambian de rostro, pero la tragedia se repite. Algunos justifican su irresponsabilidad con el argumento de que el camión recolector no pasa, pero seamos honestos: la contaminación del Texcuyuapan viene de muchos años atrás y se ha convertido en una constante que las autoridades parecen resignadas a tolerar.

Y aquí es donde surge la pregunta incómoda: ¿dónde está Don Mario Santizo? Porque si alguien debería dar la cara y encabezar el saneamiento de este río, es precisamente el titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología del Ayuntamiento de Tapachula. Pero lo cierto es que, a la fecha, no existe un solo proyecto en marcha para conservar las márgenes del Texcuyuapan. Lo que pudo prevenirse hoy se está convirtiendo en un problema incontrolable, mientras el funcionario en cuestión parece más ocupado en esconderse que en cumplir con su responsabilidad.

Por cierto, varios ayuntamientos de la región pagan para tirar su basura en Tapachula, pero dicen que hay un adeudo contra el propietario de un predio ubicado allá por Álvaro Obregón, mis fuentes señalan que son 9 millones de pesos que Mario Santizo no ha pagado. ¿Y dónde está el dinero?

No es casualidad que ya se hable de cambios en el Ayuntamiento después del informe del primer año de gobierno. El tiempo pone a cada quien en su lugar.

Reflectores

En otro tema, uno de los subsecretarios de la Secretaría de Turismo, Andrés Sánchez, ha comenzado a ser objeto de ataques. Lo acusan de pasearse en aviones privados y de vivir de viaje, como si su función fuera un capricho y no un trabajo. Lo cierto es que quienes lo conocemos sabemos que siempre ha viajado en vuelos comerciales y que, lejos de las intrigas, su misión es clara: promover los destinos turísticos de Chiapas.

Andrés Sánchez tiene algo que escasea en la política: sensibilidad y capacidad para relacionarse. Por eso resultan risibles los intentos de desacreditarlo. Al final, los resultados hablan más fuerte que las habladurías, y los avances en la promoción turística del estado son palpables gracias a la experiencia de quienes están acostumbrados a trabajar en serio.

Nos leemos en la próxima…
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