Tapachula, Chis. (Balance México 05 Febrero 2024).- ¿“Una Flor para una flor”?, era la frase que empleaba una dama de estatura baja, que cargaba al menos unas 5 flores de papel sencillas, se le podía observar en el parque bicentenario de Tapachula, el horario oscilaba entre las cuatro a seis de la tarde, desde lejos muchos enamorados y otros que llegaban a la plática la lograban mirar, todos sabíamos que la terquedad de que uno le comprara era basta, por lo que ya muchos que sabíamos a lo que le tirábamos, una de dos, o nos movíamos del lugar o sacábamos la moneda de 10 pesos.

Dicha señora de las flores de papel, según rumores del pueblo chico, decían que antes se dedicaba a impartir clases o sea era maestra de primaria, su nombre María Magdalena G. L., para ser franco la edad no se la conocí, pero de que era trabajadora, si lo era, a veces nos teníamos que aguantar algunas palabrotas cuando estaba molesta pero nada del otro mundo que nosotros no hubiésemos dicho en algún momento.
Nos enteramos de salud que cada vez estaba más deteriorada por medio de la redes sociales, el pasado 15 de Enero de este año 2024 , doña Mary como era conocida entre locatarios del centro, tuvo una caída, tras ello, quizá el dolor, pero las fuerzas se le empezaron a ir , ya no comía, no se levantaba para caminar, y como los indigentes no dejan dinero, no fue socorrida por alguna autoridad.
En esta fecha que le escribo 04 de Febrero 2024, en el sendero peatonal, lugar que casi se había vuelto su casa se observa una veladora y unas flores blancas, así es…doña mary ha dejado en plano terrenal, maestra jubilada que atendió a niños en el ejido Viva México, cantón Villa Flor, hoy ya no la veremos más pidiendo limosna que dicho sea de paso como dijera el famoso filósofo, poeta y músico (Friedrich Nietzsche) “Si solo se dieran limosnas por piedad, todos los mendigos hubieran muerto de hambre.” Varios vamos pensando en la recompensa que tendremos por brindar unas monedas a los desdichados en situación de calle.

La muerte puede que sea triste, sombría, pero es lo único seguro que tenemos en la vida, hoy una de las decenas de olvidados ya partió, quizá muchos ni en cuenta, son los invisibles, los que nadie contó su historia, les dejo mi correo electrónico por si alguien quiere hacer uso del poder de las letras y escribirme, dejar su opinión o simplemente una mentada o una burla, pero lo único que me importa es que mis espejismos y visiones, tengan fe en mi, soy Cristian Alegría, hasta la próxima. Cristian_alegria87@hotmail.com