Por| Silvano Bautista

Los muertos de la SMyT.
Omisiones, complicidades criminales, corruptelas en la dependencia.

Tuxtla Gutiérrez, Chis. (Balance México 23 Agosto 2022).-Omisiones, complicidades criminales y corruptelas son algunos de los elementos que conforman una intensa maraña en que opera la Secretaría de Movilidad y Transportes y que en los últimos años se ha traducido en muertes de personas que han perdido la vida a causa de accidentes de tránsito en la capital chiapaneca sin que se conozca a bien si las aseguradoras o los concesionarios cumplen con su deber y responsabilidad.

Ello provocó la muerte de dos personas ayer en el fatídico accidente dónde otras más resultaron lesionadas.
Y cuando se dice que existe responsabilidad por parte de la Secretaría de Movilidad y Transportes, es porque sin duda alguna no está cumpliendo con su cometido de supervisar que las unidades se encuentren en buen estado físico y mecánico. Seguramente tampoco está al pendiente de las pólizasde seguro y licencias vigentes de sus conductores.

Además, no se sabe si se continúa con los cursos obligados a los operadores para brindar un buen servicio y tampoco se sabe de la existencia de talleres certificados para revisar puntos importantes de las unidades en las que diariamente se trasladan y arriesgan su vida miles de tuxtlecos.

Hs sido omisa además en aplicar la ley vigente en materia de transporte público en Chiapas sin distinción alguna.

Ha sido omisa también porque de acuerdo a información vertida en redes sociales hasta este 23 de agosto ni la secretaría mugre transportes ni el titular de la concesión había tenido acercamiento con la familia de Juan Carlos Palacios Padilla una de las personas que perdió la vida cuando se transportaba en la ruta 115.

¡fuera Aquiles! clamor de la redes sociales.

Y es que la soberbia y arrogancia de Aquiles Espinosa García, ahora secretario de Movilidad y Transportes; lo ha llevado a cometer un sinfín de errores en la función pública.

Arrebató las concesiones a los dueños de las rutas 1 y 2 que corresponden a la avenida central y calle central en Tuxtla Gutiérrez; y les deben más de 30 meses de salario.

Con engaños la Secretaría de Movilidad y Transportes citaba a conductores #UBER para montarles un “cuatro” y decomisar sus vehículos para ser llevados al corralón con tal de que dejaran de funcionar.

Y también recordemos aquel diciembre del 2014, cuando el joven Agustín Gómez Pérez, protestaba y amenazaba con inmolarse para la liberación de un familiar preso. Esto se consumó por la falta de diálogo y tacto político de Aquiles; lo único que les dijo a los manifestantes ese día fue “háganle como quieran, no va a salir”. Minutos en seguida sucedió el terrible hecho que le dio la vuelta al mundo en ese año.

Hoy, de nueva cuenta se burla no solo de los dolientes ante los hechos ocurridos el día de ayer, donde lamentablemente, dos personas perdieron la vida, y más de una decena se encuentran gravemente heridos. Hasta el momento nadie se ha hecho responsable, ni la “autoridad” ha responsabilizado a nadie; únicamente publicó un número de “atención” al cual pueden realizar su queja o denuncia.

Aquiles, es un viejo priista que ha logrado colarse a la Cuarta Transformación. Espinoza García ya le ha dado muchos dolores de cabeza a la actual administración donde lejos de ayudar estorba.

Hoy en día, el problema de las combis ha crecido. El servicio nunca mejoró, los choferes nunca han sido capacitados para manejar con cuidado, los concesionarios explotan a los conductores, que además no tienen prestaciones sociales. No puede ser que el concesionario pida más de mil 500 pesos a como dé lugar, y que el chofer se quede con el resto por turno. Alrededor de tres mil pesos diarios ganan los concesionarios a mansalva, sin reparar en la seguridad del usuario ni del chofer. Para el concesionario todo es ganar-ganar, solapado por la autoridad desde siempre. No es de ahora.
El continuismo en la Secretaría de Transporte, o como se llame, está basado en la complicidad de la autoridad y los concesionarios. Cuando no les dan lo que piden, bloquean las vías de comunicación. Al final, ganan, porque reparten moche y garantizan el acarreo de votantes en las elecciones.
Mientras no se rompa ese círculo vicioso autoridad-concesionario, esto no se va a acabar.

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