Por | Cristian Alegría 

Tapachula, Chis. (Balance México 30 Abril 2025).- En una época donde la marimba orquesta dominaba los escenarios y el gusto popular en Tapachula, un grupo de jóvenes músicos decidió desafiar las reglas y abrirle paso a la música moderna. Corría el año de 1976 cuando nació ALHUE, una agrupación que no solo rompió esquemas, sino que marcó una época y abrió caminos para toda una generación de músicos chiapanecos. Hoy, tras 37 años de silencio, vuelven al lugar donde todo comenzó.

“Soy Manuel de Jesús Navarro Mazariegos, Manolo Navarro en el ambiente musical, bajista del grupo ALHUE desde el año de 1976”, se presenta con orgullo uno de sus fundadores. A su lado, voces entrañables completan el rompecabezas de esta leyenda: Félix Martínez Arellano, primera voz y tecladista; Ciro Castillo Morales, tecladista y percusionista originario de Motozintla; Pedro Flores Gómez en la batería; y como invitado especial, Carlos Leonardo Alfaro, joven saxofonista que representa la nueva generación que abraza este legado.

El grupo nació con una visión clara. “En Tapachula eran las marimbas orquestas las que tenían el control de todo el ambiente. No fue fácil abrirse camino en el campo de la música moderna, y Grupo ALHUE fue uno de los que abrieron el camino”, recuerda Manolo Navarro. Su propuesta versátil, con raíces en el rock’n’roll, fusionaba la energía de los Bee Gees, Chicago, Tavares y The Beatles con temas originales que aún hoy resuenan en la memoria de muchos.

“Tenemos cuatro melodías originales propias: dos de nuestra primera voz, el maestro Félix Martínez Arellano, y dos del guitarrista José Luis Valdés, combinadas con covers… pero covers de carácter internacional”, relata Navarro. ALHUE no solo ofrecía música, ofrecía una experiencia moderna, nueva, atrevida para su tiempo.

Su trayectoria fue intensa. “En todo Chiapas fue que tocamos. No hubo ni un solo lugar que no tocáramos… y también en Guatemala, todo Guatemala lo viajamos totalmente. Fuimos muy reconocidos allá”, dice Félix. Lo que comenzó como un sueño local, cruzó fronteras sin que ellos lo esperaran. Guatemala se convirtió en una segunda casa, donde la música de ALHUE fue recibida con los brazos abiertos.

Pero como toda gran historia, llegó una pausa. La vida, los estudios y las responsabilidades personales marcaron un punto de inflexión. “José Luis Valdés terminó sus estudios y tuvo que tomar otro camino. Manuel de Jesús Navarro también tuvo que retomar su camino. Entonces eso fue un motivo… ya no se podía estar en el grupo al 100%”, recuerda Félix. En 1985 o 1986, decidieron frenar, sin rupturas, sin rencores. “Somos hermanos”, acordaron. La música se quedó en silencio, pero nunca se apagó.

Hoy, 37 años después, ese fuego vuelve a arder. “Regresamos a tocar al municipio de Tapachula, al lugar que nos vio crecer como artistas. Es algo tan hermoso… es algo que estaba tan lejano, por decir, imposible. Tener este evento es una emoción indescriptible. Es un sueño hecho realidad”, dice Félix con la voz quebrada por la emoción.

El reencuentro no solo significa volver al escenario, significa cerrar un ciclo y abrir otro. Carlos Leonardo Alfaro, joven músico invitado, comparte cómo vivió la llamada que le cambió el rumbo: “Estaba en mi casa haciendo actividades, cuando de repente me entró una llamada del maestro Manolo. Me sacó de onda porque ha sido un maestro muy bueno en la música y muy respetable… me hizo la invitación y dije: adelante. Para mí es un orgullo y un honor participar”.

Carlos no había nacido cuando ALHUE sonaba en la ciudad Tapachulteca. Pero su sensibilidad musical le permitió reconocer lo que muchos vivieron: “Empecé a escuchar la música que él me mandó y dije: es un excelente grupo… me sentí muy bien seleccionado”.

El próximo 7 de mayo, Tapachula vivirá un momento que quedará guardado en la historia. El reencuentro del grupo ALHUE no es solo un concierto, es un acto de memoria, gratitud y arte. La cita es en el Teatro de la Ciudad, a las 5:30 de la tarde. Entrada gratuita. Boletos simbólicos. 

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