Por| Cristian Alegría
Suchiate, Chiapas (Balance México 19 Junio 2025). – Habitantes de diversas comunidades rurales del municipio de Suchiate, principalmente de la ranchería Tres Hermanos, alertaron sobre el deterioro total del camino que conecta con el ejido 15 de Abril, mismo que se ha agravado desde que comenzaron las obras de la Línea K del Tren Interoceánico, a cargo del Grupo Ferroviario del Sureste.

De acuerdo con testimonios, el tramo carretero se encuentra prácticamente intransitable, una situación que se complica aún más durante la temporada de lluvias, cuando el lodo llega a alcanzar hasta 70 centímetros de altura, imposibilitando el paso de vehículos. Esto representa un serio riesgo para el traslado de cosechas, así como para el acceso a servicios esenciales como educación y salud.
Luis Alberto Escobar Rosales, vecino de la zona, señaló que la situación no es nueva. “Desde hace más de un año, cuando arrancaron los trabajos del tren, el camino se ha ido deshaciendo. Y aunque hubo acuerdos con la empresa para rehabilitarlo, no han cumplido”, declaró.
Al menos 300 familias de Suchiate podrían quedar incomunicadas por daños en caminos rurales provocados por obras del Tren Interoceánico; exigen respuesta del gobierno federal. pic.twitter.com/bPbNp7rb9w
— Cristian Alegría 🌟 (@CrisAlegria_) June 19, 2025
Según el testimonio, en julio de 2024 representantes del consorcio ferroviario, entre ellos la licenciada Karla Archila, se comprometieron públicamente a mejorar el acceso. No obstante, el único avance se dio meses después cuando una asociación civil reparó parcialmente dos kilómetros del tramo, dejando más de la mitad sin intervención alguna.
Escobar denunció también que, con la visita de medios de comunicación, trabajadores se limitaron a “raspar el lodo” solo para aparentar que había atención al problema. “Nosotros no queremos simulaciones, queremos soluciones. Hay comunidades como 15 de Abril, 15 de Septiembre y Los López que viven del campo y dependen de este camino para mover sus productos”, reclamó.
Ante la falta de resultados, los pobladores piden la intervención directa del gobierno federal y de la presidenta Claudia Sheinbaum. Exigen una auditoría sobre los recursos destinados al proyecto y la pronta rehabilitación de los caminos afectados.
De persistir el abandono, las comunidades están dispuestas a frenar las obras como medida de presión.