Por | Cristian Alegría
Venustiano Carranza, Chiapas (Balance México 11 Marzo 2025).– La madrugada de este martes, habitantes de la comunidad Paraíso de Grijalva demostraron su valentía y confianza en su capacidad para proteger su territorio, al detener a seis presuntos integrantes de un cártel que intentaban ingresar a la colonia alrededor de la 1:00 a.m.
Gracias a su rápida organización, los pobladores lograron neutralizar a los sujetos, confirmando que la unidad y la vigilancia comunitaria son sus principales herramientas de defensa. Posteriormente, dieron aviso a las autoridades estatales, quienes realizaron su pronta intervención.
Fue hasta aproximadamente las 2:40 p.m. cuando elementos del Grupo Pakal arribaron a la comunidad para trasladar a los detenidos. Entre los capturados se encuentran Julio César “N”, Carlos “N”, Juan “N” y José Andrés “N”, este último de origen guatemalteco, así como dos menores de 16 años, cuyas identidades se mantienen reservadas.
Durante la detención, se logró decomisar varias armas de fuego, entre ellas pistolas y revólveres, además de 60 cartuchos calibre 9 mm, 15 cartuchos calibre .380, radios de comunicación, dos vehículos Passat y dos motocicletas Italika.
El mensaje fue claro: en Paraíso de Grijalva, el crimen organizado no tiene cabida. Pero lo que destaca en esta historia no es solo la reacción ciudadana, sino la confianza en la autoridad. A diferencia de otros lugares donde la gente teme denunciar por miedo a represalias o desconfianza en la justicia, aquí se actuó con convicción. La comunidad atrapó a los sospechosos y esperó a las fuerzas de seguridad para entregarlos.
Este episodio refleja la fuerza de un pueblo que se niega a vivir bajo la sombra del miedo. No se trata de justicia por propia mano, sino de unidad y organización. Es un acto que exige respuestas del gobierno, no solo en este caso, sino en la estrategia de seguridad a nivel estatal.
Las autoridades han recibido un voto de confianza. Ahora, les corresponde actuar con la misma contundencia que mostró la comunidad. Si el crimen organizado encuentra puertas cerradas en los pueblos y un gobierno dispuesto a responder, entonces el mensaje será aún más fuerte: en Chiapas, la seguridad es tarea de todos y la justicia sigue siendo el camino.
