Por| Iván López
Cacahoatán, Chis. (Balance México 04 Enero 2023).- La madrugada de este miércoles 4 de enero, un colectivo de la empresa Unión y Progreso marcado con el número económico 70 habría sido incendiado por manos criminales cuando este se encontraba estacionado frente al domicilio de su propietario en una de las calles del ejido Mixcum en el municipio de Cacahoatán, entre el gremio transportista hay temor porque recientemente los extosionadores en la modalidad de cobro de piso habían amenazado con este tipo de acciones.

De acuerdo con dirigentes de empresas transportistas, la de algunos vecinos, los hechos ocurrieron minutos antes de las 3 de la mañana cuando dos sujetos a bordo de una motocicleta detuvieron la marcha junto a la unidad y poco después empezó el incendio del colectivo.
Consideran que es un patrón de conducta de los extosionadores pues en octubre del 2021 cuando exigían el grupo criminal el cobro de piso en el municipio de Acapetahua también fue incendiada una unidad que cubría la ruta Escuintla a Mapastepec de la línea de Transportes Costeños mismo quedó reducido a cenizas al incendiarse.
En ambos casos, el reciente de Cacahoatán y el de Mapastepec tienen patrones similares, las unidades estaban estacionadas y sin motivo aparente que pudiera causar el incendio, más que la latente amenaza directa de los delincuentes hacia el gremio transportista.

Los propietarios de la unidad prefieren referirse como incendios fortuitos, aunque el gremio de transportistas exprese que se trate de una acción directa como parte del acoso para obligar al pago semanal.
En Cacahoatán las amenazas de parte de grupos de extorsión que se dedican al cobro de piso había tenido un pequeño receso luego de que a mediados del mes de diciembre del año pasado transportistas paralizaran las carreteras en la frontera con Guatemala por acoso de los delincuentes, en esa ocasión fueron colocadas más de mil 600 unidades del servicio público de pasaje en entradas y salidas de los municipios de Cacahoatán, Tuxtla Chico, Unión Juárez, Suchiate y parte de Tapachula paralizando la carretera federal hacia Guatemala, para pedir garantías y medidas de seguridad.
Esa manifestación tuvo respuesta y se generó una inusitada presencia policiaca y militar, labores de inteligencia y compromiso de resultados positivos para evitar lo que había ocurrido desde hace un año y medio en la costa de Chiapas donde semanalmente están pagado piso ante atentados y ataques a choferes y unidades y que se ha extendido a empresarios y comerciantes que son víctimas de este tipo de delincuencia.

La detención de algunos miembros de esta célula delincuencia y las investigaciones permitió que la presencia criminal disminuyera y con ello el gremio transportista tuviera tranquilidad ante la pesadilla que significa el acoso de las amenazas y que no ocurriera este tipo de acciones criminales, sin embargo, una semana después de la protesta tanto el Ejercito Mexicano como la Guardia Nacional prácticamente retiraron su presencia de esa zona fronteriza.
Mientras que los transportistas siguieron sufriendo la presión del grupo criminal con llamadas de amenazas en la que existen responsables visibles que contactan a las víctimas para cobrar periódicamente la renta “pactada” y que con acciones como el ataque a un chofer el mes pesado y esta conflagración demuestran su capacidad de violencia con la que buscan que cada vez que exigen el cobro que las victimas paguen y burlar la presencia policial.