Por| Cristian Alegría
Ciudad de México (Balance México 01 de junio de 2025).- En un hecho sin precedentes, México celebró este domingo las primeras elecciones populares para elegir a los integrantes del Poder Judicial, un proceso que incluyó la selección de 881 cargos federales, entre ellos 9 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, 464 magistraturas de circuito y 386 jueces de distrito, además de cerca de 1,800 cargos locales en 19 estados.
Sin embargo, la jornada electoral estuvo marcada por una preocupante baja afluencia, reflejando un desinterés generalizado entre la ciudadanía.
Según estimaciones preliminares del Instituto Nacional Electoral (INE), la participación ciudadana osciló entre el 8% y el 15% del padrón electoral, que incluye a casi 100 millones de votantes habilitados.
En algunos puntos del país, como la zona de la CAPU en Puebla, se reportaron apenas 700 votantes, un reflejo de la apatía que predominó en esta histórica jornada. Críticos en redes sociales, como un usuario en X que calificó el proceso como una “farsa”, estimaron una participación promedio del 11.9%, lo que significa que cerca de 88 de cada 100 personas en edad de votar optaron por no acudir a las urnas.
El INE destacó que la jornada se desarrolló de manera ordenada, con incidentes menores, a pesar de los retos logísticos que implicó la distribución de seis boletas federales de distintos colores y la participación de más de 3,400 candidatos a nivel federal. Sin embargo, la complejidad del proceso, la falta de información sobre los aspirantes y las críticas por una posible politización del Poder Judicial, junto con temores sobre la influencia del crimen organizado, pudieron haber contribuido al desánimo ciudadano.
Aunque los resultados preliminares están disponibles en el portal del INE, el conteo definitivo podría extenderse hasta 12 días debido al volumen de cargos y actas. Se espera que los resultados finales, que marcarán el rumbo del Poder Judicial mexicano, se publiquen a finales de junio.
La baja afluencia en estas elecciones plantea preguntas sobre la legitimidad y el futuro de un proceso que buscaba democratizar la justicia, pero que, por ahora, refleja un desafío para conectar a la ciudadanía con una reforma histórica.
