Por| Cristian Alegría
Tapachula, Chis. (Balance México 24 Septiembre 2024).- El 2 de mayo pasado, un grupo de corredores partió desde Alaska con el objetivo de recorrer América hasta llegar a Colombia. Esta travesía forma parte de las Jornadas de Paz y Dignidad, una ceremonia que conecta a los pueblos originarios del continente en cumplimiento de una profecía ancestral.
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Por primera vez, los corredores de las Jornadas de Paz y Dignidad atravesaron Tapachula, Chiapas, donde iniciaron a correr desde el parque Bicentenario hasta Talismán donde cruzarían hacia Guatemala, como parte de su recorrido por América, una ceremonia espiritual que une a los pueblos originarios del continente. Este grupo de 16 corredores comenzó su travesía el pasado 2 de mayo desde Alaska, y su destino final es Colombia. A lo largo del trayecto, han pasado por Canadá, Estados Unidos y México, y pronto seguirán hacia Guatemala y el resto de Centroamérica.
Ángel Retana Buitimea, nativo de Etchojoa, explicó que este movimiento responde a la “profecía del águila y el cóndor”, la cual marca el tiempo de la unificación de los pueblos originarios de América. “En 1990, en Quito, Ecuador, los ancianos del continente decidieron que era el momento de cumplir la profecía que anuncia que es tiempo de que todos los pueblos originarios nos reunamos como una sola familia, como un solo corazón”, señaló Retana Buitimea.
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En su paso por Tapachula, alrededor de 16 corredores cargan con bastones sagrados, símbolos de los saludos y bendiciones que han recibido en los distintos pueblos que han visitado. Estos bastones, entregados por las comunidades, representan la conexión espiritual entre los pueblos. El grupo que va rumbo a Colombia llevará el bastón mayor del águila, mientras que otro grupo, que recorrerá el sur de América, portará el bastón del cóndor.
Las Jornadas de Paz y Dignidad se celebran cada cuatro años y, hasta el momento, los corredores han reunido al menos 100 bastones, cada uno representando la palabra de unificación. Los corredores, además de ser mensajeros de la unión, también son testigos de las carencias que enfrentan muchos pueblos originarios. Retana Buitimea destacó que, aunque las tradiciones siguen siendo fuertes, muchas comunidades carecen de servicios básicos como agua, electricidad y empleo.
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Esta ceremonia, que atraviesa fronteras físicas y espirituales, reafirma el compromiso de los pueblos originarios con sus raíces y con la visión de un continente unificado, defendiendo sus usos y costumbres a pesar de las adversidades.