Por | Redacción ABM
Tapachula, Chiapas (Balance México 28 Enero 2025).– En el Campus IV de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), se han levantado señalamientos de corrupción y malas prácticas dentro de la Escuela de Sistemas Alimentarios (SIAL). Estas acusaciones apuntan a un grupo de personas que, desde hace más de una década, han sido vinculadas con actos que, según los denunciantes, contravienen los principios y valores de la institución.
De acuerdo con la denuncia, desde el año 2015 el edificio, inaugurado originalmente en 1995 bajo el nombre de Centro de Estudios Avanzados y Extensión (CEAyE), ha sufrido diversos cambios de nomenclatura y funciones. Posteriormente, fue denominado Centro de Investigación con Visión para Centroamérica (CIM), hasta convertirse en 2021 en la actual Escuela de Sistemas Alimentarios (SIAL). Sin embargo, esta unidad académica, que opera como una extensión de la Facultad Maya de Estudios Agropecuarios, enfrenta fuertes cuestionamientos debido a su bajo impacto educativo: actualmente cuenta con menos de 50 estudiantes inscritos y aún no ha consolidado un programa académico formal.
La comunidad universitaria señala que esta escuela ha sido utilizada como refugio para docentes y exfuncionarios señalados por irregularidades. Entre ellos destaca el caso de Carlos Gumaro García, exdirector de la Facultad de Ciencias Agrícolas, quien fue destituido en octubre de 2018 por presuntos actos de corrupción. Según los denunciantes, García ahora funge como Secretario Académico de la SIAL, a pesar de su historial administrativo.
Asimismo, acusan que esta red de personas está encabezada por el exrector Pedro Rene Bodegas Valera y que, con el respaldo de exfuncionarios como Carlos Nandayapa y el anterior rector Faustino Natarén, han promovido prácticas de simulación académica y desvío de recursos. Estas actividades, según se indica, han generado un ambiente de hostigamiento hacia quienes se han atrevido a denunciar.
Ante esta situación, los denunciantes hacen un llamado al rector de la UNACH, Oswaldo Chacón, para que intervenga y tome medidas contundentes contra lo que consideran una “pseudo unidad académica”. También exigen que se investiguen las acusaciones y se garantice el respeto a los derechos de los trabajadores y estudiantes que han sido reprimidos tras exponer estos hechos.
“Rector, no nos abandone, usted está siendo engañado y nosotros reprimidos”, expresaron los denunciantes, quienes afirman que la situación afecta no solo el prestigio de la universidad, sino también su misión de servicio y formación académica.