Por| Balance México
Ciudad de México (Balance México 08 Diciembre 2022).- El excandidato presidencial Diego Fernández de Cevallos criticó a Andrés Manuel López Obrador por su afirmación del miércoles en la conferencia mañanera en la que retó: “Si quieren meterme a la cárcel cuando termine ya saben dónde voy a estar”. El presidente se refirió a la condena a la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, quien fue sentenciada a seis años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos por defraudación al Estado.

En sus redes sociales Diego Fernández mencionó al presidente de la republica con un apodo que refiere cada que se dirige a este en sus textos, como “Tartufo” , que López Obrador se prepara para terminar como victima al dejar la presidencia, pero si lo quieren encarcelar lo que primero que tiene que revisar es que si debe terminar en la cárcel o en el manicomio.
“TARTUFO ya se prepara para terminar como “víctima” al dejar la presidencia, dice estar preparado por si lo quieren encarcelar. Primero se deberá dictaminar pericialmente si debe terminar en la cárcel o en el manicomio.” Tuiteó
Diego en su columna que tituló “El silencio también aniquila” mencionó que si alguien como presidente después de cuatro años continua dando discursos por lo sucedido en años pasados es evidencia de su propio fracaso.
“si después de cuatro años el gobierno sigue dolido por la herencia recibida, evidencia su propio fracaso. Fue electo para enfrentar eficazmente los problemas, no para lloriquear como plañidera y agravarlos. Las mismas cifras oficiales (a pesar de sus grotescos maquillajes) demuestran la incompetencia gubernamental y el abandono de sus principales responsabilidades, trátese de educación, seguridad, salud, pobreza, corrupción, ilegalidad y muchas más…; pero, eso sí: crece sin control el dispendio de recursos públicos para destruir lo hallado y para sus incosteables “obras prioritarias”; o para la cooptación electoral de los desvalidos (con dádivas directas de amo a mendigos); o la entrega ilimitada de dinero a la alta milicia para apuntalar la “cuarta transformación”; o para lisonjear y “bañar de pueblo” al bienamado Tartufo, con miles de militares vestidos de civiles para custodiarlo (aunque “ya no hay Guardias Presidenciales”) y todo en cash, como acostumbra, para no dejar rastro, desafiando a los disidentes a probar los peculados, porque “él tiene la conciencia tranquila”. publicó