Tapachula, Chis. (Balance México 15 Enero 2025).- En Tapachula, como en muchas otras ciudades de México, los titulares de la prensa roja tienen un magnetismo especial, sobre todo hoy en día a través de redes sociales, donde los famosos Facebook Live de Accidentes, robos, tragedias y enfrentamientos son consumidos con voracidad por un público que exige más detalles morbosos. Mientras tanto, los eventos artísticos y las iniciativas culturales apenas logran reunir una fracción de esa atención.
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¿Por qué esta fascinación por el lado más oscuro ? La respuesta no es simple y no la tengo, pero parece estar relacionada con una mezcla de rutina, incertidumbre y desconexión social. Las historias de tragedia se sienten cercanas, casi familiares; mientras que las expresiones artísticas, exposiciones o foros culturales se perciben como lejanos, innecesarios, e incluso elitistas.
Sin embargo, esta apatía cultural tiene un costo. Cuando los espacios para la creatividad y la cultura quedan vacíos, la comunidad pierde oportunidades valiosas para crecer, dialogar y reconstruirse. La cultura no es solo entretenimiento, sino también un antídoto contra la monotonía, una herramienta de transformación social que nos permite vernos más allá de las notas rojas.
En un Tapachula que crece y enfrenta retos complejos como la migración, la violencia y la desigualdad, el arte y la cultura deberían ser refugios, ventanas abiertas al entendimiento. Pero para que esto suceda, es fundamental que dejemos de mirar solo hacia el lado oscuro y abramos los ojos a las luces que también existen en nuestra ciudad.
El pasado 13 de Enero, se llevó acabo un evento alusivo al vigésimo tercer aniversario luctuoso de Amparo Montes, donde se observó un pequeño grupo de personas, la mayoría actores políticos y los mismos participantes, como este son varios ejemplos de actividades culturales, de las presentaciones de libros mejor ni hablamos, La invitación es simple: asistir a una exposición, un concierto, o simplemente detenerse a apreciar un mural. La población Tapachulteca debe acercarse más a eventos de esta índole, inculcarle a los hijos la asistencia en eventos culturales, no esperemos que algún gobierno voraz diga que ese rubro es un desgaste monetario y de tiempo, por lo que lo tendrían que quitar. Alimentemos nuestra mente con algo más que desgracias; la cultura puede ser la resaca que cura, no la que amarga.
Nos leemos hasta la próxima, les dejo mi correo por si algún ciudadano gusta enviarme algún comentario. Cristian_alegria87@hotmail.com