Por | Cristian Alegría
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas (Balance México 07 Mayo 2025).- En una medida histórica dentro del sistema educativo estatal, el Gobierno de Chiapas anunció la sustitución oficial del término “Banda de Guerra” por “Banda de Paz” en todas las escuelas de la entidad. La disposición entró en vigor el 30 de abril de 2025, como parte de una política que busca fomentar una cultura de paz desde las aulas.

La decisión fue impulsada por el Gobierno del Estado, la Secretaría de Educación y el Consejo Consultivo Intercultural para la Transformación Humanista, con el objetivo de alinear el lenguaje escolar con valores como el respeto, la diversidad, el buen vivir y la no violencia. Según las autoridades, este cambio responde a la necesidad de construir entornos escolares más inclusivos y pacíficos.
Además del cambio de nombre, la medida implica una transformación integral en las prácticas educativas relacionadas con las bandas escolares. Se actualizarán documentos y reglamentos, se capacitará al personal docente en temas de cultura de paz y se eliminarán emblemas o uniformes que contengan referencias militares. El enfoque se traslada de la simbología bélica a la construcción de ciudadanía a través del arte y la música.
La nueva “Banda de Paz” no solo será una agrupación musical, sino una herramienta pedagógica para reforzar valores cívicos. Las escuelas promoverán la integración de la música como una forma de expresión cultural y de trabajo colaborativo, con especial énfasis en el respeto a la diversidad. También se llevarán a cabo campañas de sensibilización dirigidas a alumnos, padres de familia y sociedad en general.
El concepto de “Lekil Kuxlejal”, que en lengua tsotsil y tseltal significa “el buen vivir”, es uno de los principios que inspiran esta transformación educativa. Con ello, el estado reafirma su compromiso con la inclusión de saberes originarios en el diseño de políticas públicas, y busca posicionar a Chiapas como referente nacional en educación humanista.
Autoridades educativas concuerdan que esta acción se inscribe en una visión más amplia de transformación social, donde la educación no solo transmite conocimientos académicos, sino que también forma personas conscientes, respetuosas y comprometidas con su entorno. En ese sentido, el lenguaje importa, y sustituir términos con carga violenta es un paso simbólico pero necesario.