Tapachula, Chis. (Balance México 04 Agosto 2025).-La alerta del gobierno de Guatemala recomendando a sus ciudadanos no visitar el estado de Chiapas, especialmente Tapachula y la franja fronteriza, representa un golpe devastador no solo para la imagen del estado, sino para la economía de cientos de familias que dependen directa e indirectamente del turismo. Más allá del comunicado diplomático, lo que está en juego es la subsistencia de hoteles, restaurantes, touroperadores, transportistas, comercios y hasta vendedores ambulantes. Pero ¿qué han hecho las autoridades? Nada. O peor aún: han simulado.

La Secretaría de Turismo en Chiapas parece estar atrapada en una burbuja de comodidad, promesas vacías y reuniones sociales sin fondo ni resultado. La titular Maru Culebro ha adoptado una postura cómoda, elitista y profundamente desconectada de la realidad. Se reúne con los mismos empresarios de siempre , los “fifis” que lo tienen todo resuelto, mientras ignora por completo al grueso del sector turístico, los prestadores de servicios que luchan cada día por sobrevivir sin apoyos, sin visibilidad, sin seguridad.

Hay empresarios que se atreven a levantar la voz. Pero también hay muchos que, después de un desayuno con discursos rimbombantes, promesas de promoción turística y fotos para redes sociales, bajan la cabeza y regresan al letargo del conformismo. Como si un “mejoralito” en forma de café gourmet fuera suficiente para curar una hemorragia económica provocada por la inseguridad y la inacción oficial.

En medio de este panorama desolador, destaca el esfuerzo aislado de empresarios como Alfredo Gálvez, quien con recursos propios y acompañado de medios de comunicación, ha ido a Guatemala a invitar a los “chapines” a que nos visiten. Un intento valiente, sí, pero solitario. ¿Dónde están los demás? ¿Dónde está la estrategia institucional, el trabajo conjunto, el rescate del turismo de frontera?

Recientemente, un amigo empresario guatemalteco me confesó que, tras seis meses de ausencia, volvió a Tapachula con miedo. Miedo por su vida, por su familia, por los relatos constantes de extorsión, secuestros exprés y ausencia de garantías mínimas de seguridad. Y aunque su nostalgia lo trajo de vuelta, la alerta sigue firme: “no vengan a Chiapas”.

Es momento de dejar la simulación. A la Secretaría de Turismo en Chiapas no le pedimos más promesas ni más fotos desde cabañas de lujo o restaurantes de autor. Le exigimos trabajo real, de campo, con la gente, en las colonias, en las zonas de riesgo, en la frontera viva que sangra mientras ellos duermen.

Chiapas necesita menos turismo de escritorio y más calle, más alianzas reales y menos discursos vacíos. Porque de seguir así, no solo perderemos visitantes, perderemos identidad, economía y, lo peor, la esperanza.

REFLECTORES

Allá en Mazatán, el deschavetado Síndico se ha autoproclamado defensor de inocentes palomillas, es decir a quienes pidieron su renuncia por sus constantes faltas y a otros más porque a un año casi de la presente administración no dan la talla.

Lo que sí es cierto, es que el Síndico Osmar Chiu Marroquín no llega a ninguna sesión de Cabildo, cobra sin hacer nada y cada que llega a su oficina su aroma peculiar a “chupe”, lo delata que va en estado inconveniente. Para nadie es un secreto que le guste mucho empinar el codo y decir “salud”, eso quizá sea la causa que ni el propio gobernador no haya volteado a ver en su reciente visita por este municipio.

Para poder exigir, alzar la voz y señalar , primero debe el mentado chinito poner sus escasas barbas a remojar. Tiene también un antecedente no grato, sus excesos y abusos saltan a la escena.

Nos leemos en la próxima…

Contacto: Checha.informa@gmail.com

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