Tapachula, Chis. (Balance México 28 Julio 2025).-En un estado donde durante años los “voluntariados” eran vistos como escaparates sociales de élite, utilizados para posar en eventos especiales y acumular fotografías de ocasión, hoy en Chiapas se vive una transformación silenciosa pero poderosa. Una transformación que coloca al centro a las víctimas, a los sectores vulnerables y, sobre todo, al verdadero espíritu de servicio.

El voluntariado “Siempre al Lado de la Gente”, presidido por Guadalupe Gómez Casanova, ha dejado de ser un mero apéndice institucional para convertirse en un actor activo en la reconstrucción del tejido social. Su colaboración directa con la Fiscalía General del Estado de Chiapas (FGE) ha dado forma a un modelo que prioriza la justicia restaurativa, la atención cercana y humana a niños, niñas, adolescentes y mujeres que han sido víctimas de delitos. Aquí no se habla de cifras ni de eventos mediáticos, se habla de acompañamiento, de escuchar el dolor y de actuar con empatía.
A la par, el Voluntariado del Poder Judicial del Estado de Chiapas, encabezado por Dalal Rabban Castell, demuestra que la justicia también puede construirse desde la solidaridad. Sus campañas no son solo caritativas, son estratégicas, pensadas para transformar realidades con pequeñas pero efectivas acciones que generan grandes oportunidades. Es un voluntariado que se involucra, que escucha y que actúa.
En esta misma ruta camina el voluntariado “Aliadas por la Paz y la Seguridad del Pueblo”, dirigido por Sobeida de Aparicio.
Su enfoque humanista no es discurso, es praxis. Desde su creación, ha impulsado acciones concretas en favor de quienes menos tienen, integrándose al entramado social con sensibilidad, constancia y sin buscar reflectores.
Estas mujeres al frente de los voluntariados no solo son esposas de funcionarios públicos; son gestoras, son agentes de cambio y, sobre todo, aliadas de la política humanista que ha comenzado a permear en el gobierno estatal. Han dejado atrás los tiempos del elitismo disfrazado de filantropía para dar paso a una nueva era: la del servicio sin etiquetas, sin filtros de Instagram, con el corazón como única credencial.
Hoy los voluntariados de la Secretaría de Seguridad del Pueblo, de la Fiscalía General del Estado y del Poder Judicial no son accesorios institucionales: son el alma operativa de un nuevo modelo social. Uno que cree en la paz desde las bases, que entiende que prevenir es tan importante como castigar, y que visibiliza que el trabajo por la dignidad humana no puede esperar a la siguiente gala benéfica.
En Chiapas, la justicia social está tomando forma desde el compromiso y el humanismo. Las voluntarias de hoy no solo reparten apoyos: reparten esperanza. Y eso, en tiempos de crisis, es más revolucionario que cualquier política pública.
REFLECTORES
Desde que corrió el chisme que la Dra. María Amalia Toriello Elorza podría ser aspirante a la alcaldía de Tapachula, han empezado a lanzarle piedras como si fuera un árbol frutal frondoso. Su trabajo al frente de la Secretaría de la Frontera Sur ha sido impecable y fructífero sin embargo hay quienes quisieran gozar de una buena “beca”, pero lo único que logran es respuesta nula.
En el edificio de la Frontera Sur, que permaneció olvidado desde que en el sexenio pasado hubo la brillante idea de desaparece esta secretaría en mención, es cierto que hoy existen deficiencias notorias, María Amalia no tiene la varita mágica para mejorar las cosas de la noche a la mañana. Tiempo al tiempo.
Nos leemos en la próxima…
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