Por| Redacción
Guasave, Sinaloa (Balance México 04 de junio de 2025).-Lo que debía ser una reunión familiar terminó en tragedia para Karla Yesenia y su pareja, Néstor, quienes perdieron la vida tras un presunto enfrentamiento con elementos de la Guardia Nacional en el poblado de El Aguajito, en Sinaloa. Karla tenía cuatro meses de embarazo y deja en la orfandad a un niño de cinco años.

De acuerdo con versiones de testigos y familiares, la pareja —ella de 28 años y él de 48, ambos sin antecedentes delictivos— viajaba en una camioneta Dodge rumbo a una convivencia familiar. Fue en un camino de terracería, en medio de un operativo militar entre los poblados de El Garbanzo y El Aguajito, donde se habría dado la supuesta confusión: los elementos de la Guardia Nacional interceptaron el vehículo, los obligaron a bajar y, pese a las advertencias de pobladores que intentaban explicar que eran civiles, se habrían realizado varios disparos.
En contraste, la versión oficial señala que hubo una agresión previa por parte de los ocupantes de la camioneta, lo que habría desatado la respuesta armada. Sin embargo, esta narrativa ha sido rechazada de forma enérgica por familiares y vecinos, quienes aseguran que la pareja estaba desarmada y no tuvo oportunidad de defenderse.
“Yessi”, como era conocida Karla entre sus allegados, era una joven psicóloga reconocida por su desempeño académico. Apenas un día antes del incidente, ella y Néstor habían compartido con emoción la noticia de que esperaban un bebé.
Los familiares y amigos de las víctimas respondieron con una protesta pacífica este martes frente a las instalaciones de la Guardia Nacional en Guasave. Con pancartas y consignas, familiares exigieron una investigación transparente y castigo para los responsables. “No eran delincuentes. Eran una familia. ¿Cómo pueden decir que dispararon primero cuando ella estaba embarazada?”, lamentó una tía de Karla.
Hasta el momento, las autoridades no han ofrecido claridad sobre el desarrollo de los hechos. Tampoco se ha confirmado si hay elementos de la Guardia Nacional bajo investigación o si se han iniciado procesos penales por el uso excesivo de la fuerza.
La tragedia ha encendido una vez más el debate sobre los riesgos de militarizar tareas de seguridad pública y el costo que puede tener para la población civil. En este caso, dos vidas fueron arrebatadas y una familia quedó rota por completo.
Familiares, amigos y organizaciones civiles han pedido que el caso no quede impune. El nombre de Karla Yesenia comienza a convertirse en símbolo de las víctimas inocentes atrapadas en operativos de alto riesgo. En Sinaloa, el luto se mezcla con la exigencia de justicia.