Por| Cristian Alegría 

Tapachula, Chiapas (Balance México 21 Mayo 2025).-.- Las abejas, consideradas como los principales polinizadores de los cultivos en el Soconusco, enfrentan una alarmante disminución en sus poblaciones debido a múltiples factores como el cambio climático, el uso intensivo de plaguicidas y la transformación del uso del suelo, advirtió Iván Toledo, investigador del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur).

Si no hubiera abejas, no tendríamos cultivos ni productos como la miel. Son clave tanto a nivel económico como ecológico”, explicó Toledo durante una exposición sobre el papel fundamental de estos insectos en los sistemas agrícolas de la región.

El especialista señaló que las abejas, al visitar diversas plantas para recolectar néctar, quedan expuestas a un entorno cada vez más hostil. Las altas temperaturas provocadas por el cambio climático impiden que muchas plantas florezcan o germinen adecuadamente, lo que limita el alimento disponible para las abejas. Además, estas condiciones afectan directamente su desarrollo y reproducción.

Otro factor preocupante es el uso excesivo de plaguicidas en los cultivos. “Existe una creencia errónea entre los productores de que aplicar más plaguicida es la solución cuando hay más plagas, pero esto solo genera plagas más resistentes y residuos que terminan matando a las abejas”, indicó Toledo.

El investigador mencionó que se ha detectado una disminución de hasta un 40% en la producción apícola desde 2012, fenómeno ligado al llamado “trastorno del colapso de colonias”, donde comunidades completas de abejas desaparecen repentinamente.

En la región del Soconusco existen más de 200 especies de abejas, incluyendo sociales y solitarias, con y sin aguijón. Toledo advirtió que aproximadamente el 60% de estas especies se han visto afectadas por las prácticas agrícolas modernas.

Ante este panorama, Ecosur trabaja actualmente con modelos de agroecología, los cuales buscan una transición gradual hacia sistemas menos dependientes de agroquímicos, promoviendo el control biológico y mecánico de plagas.

Finalmente, destacó el potencial del proyecto del corredor biológico del Parque Bial como una estrategia para conservar y aumentar la diversidad de plantas con flores. “Esto podría ofrecer más recursos a las abejas y otros polinizadores. Aunque hay desafíos, como las carreteras que rodean la zona, es una buena iniciativa para restaurar hábitats y garantizar la continuidad de estos importantes insectos”, concluyó.